Ejemplo para América

El 17 de agosto de 1850 entregaba su alma al Creador un americano que había tenido por único y supremo afán de su vida el de luchar por la libertad y la independencia de los pueblos.

Un americano que un día lo abandonó todo porque entendió que las posibilidades de su misión libertadora habían concluido, aunque la empresa debiera recorrer nuevas etapas.
Así procedió porque en conciencia estaba convencido de que no le quedaba otro camino que éste para mejor cooperar con la causa que había abrazado desde que resolvió dejar el servicio del ejército español. “Yo no tengo libertad - había dicho en Lima el 19 de enero de 1822 al delegar el gobierno para viajar a Guayaquil- sino para elegir los medios de contribuir a la perfección de esta grande obra, porque tiempo ha no me pertenezco a mí mismo, sino a la causa del continente americano”.
Todos sus quereres y trabajos estuvieron siempre ordenados por la recta conciencia del deber, por el amor al pueblo y por un irrevocable espíritu americanista.




"Nuestro humilde homenaje al Libertador de América... Al padre de nuestra patria. Es un deber la continuidad de su lucha, una patria libre y soberana. "

Movimiento de Liberación Nacional

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